martes, 19 de mayo de 2020

CSIF reclama “una completa revisión” del sector de las residencias y de la situación de sus plantillas cuando termine la crisis del Covid-19


La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) advierte de la precaria situación de los trabajadores de las residencias de mayores en un momento en el que, a pesar del sobreesfuerzo diario para intentar prestar una atención integral a los usuarios, se sienten impotentes por el incremento de contagios de Covid-19 que aparecen día tras día, y reclama “una completa revisión de un sector que ahora pone de manifiesto sus múltiples vulnerabilidades”.
Evidentemente, no es el momento de abrir negociaciones sobre la situación de los trabajadores en las residencias de mayores, reconoce CSIF, sin embargo, afirma que, cuando se supere esta crisis, será necesario afrontar esa revisión del sector, “donde la alta incidencia del coronavirus en las residencias de mayores está alarmando a la sociedad”.
Estos centros acogen a uno de los colectivos más débiles de la población, explica CSIF, en el que se acumulan patologías previas, y la mayoría sufre algún grado de dependencia, lo cual se suma a unas plantillas escasas que están totalmente desbordadas en la mayoría de los casos. “Es un sector dominado principalmente por la empresa privada, con trabajadores de sueldos bajos, que realizan multitareas distintas a la propia atención del usuario, y donde hay falta de medios”.
La entrada en vigor de la Ley de Dependencia (Ley 39/2006 de 14 de diciembre, de promoción de la autonomía personal y atención a las personas en situación de dependencia) supuso una transformación en los perfiles de los residentes, dando entrada a personas con más necesidades, y la exigencia de cuidados más complejos. “Sin embargo, la mayoría de las residencias no se han adaptado al contexto, ni en el modelo ni en la necesidad de las plantillas de personal”, lamenta CSIF.
En las ratios de trabajadores por usuario, suelen ofrecer datos de forma irreal, incluyendo personal que no atiende de forma directa a las personas dependientes, como son los empleados de limpieza, cocina, lavandería…, ocultando así su déficit de plantilla, añade el sindicato independiente.
Se debería exigir a los servicios de inspección de las administraciones la unificación clara de criterios, partiendo de la exigencia del cumplimiento de la ratio del número de trabajadores por personas dependientes, lamentando que los trabajadores de las residencias privadas sean el último eslabón de la cadena, afirma CSIF.
“La puesta en marcha del nuevo modelo de atención centrada en la persona prioriza la promoción de la autonomía, lo cual puede traducirse en una mayor vulnerabilidad frente a situaciones de fragilidad y necesidad de ayuda”, añade.
Según el Decreto 2/2016, de 4 de febrero, obre autorización y funcionamiento de los centros de carácter social para la atención a las personas mayores de Castilla y León, se aglutinan en una única categoría todos los tipos de plazas residenciales, la de aptas para atender a personas en situación de dependencia, que responde a la mayoría de los usuarios de los centros residenciales.
Para ello, se insiste en la importancia de contar con una atención profesional de calidad, que apoye y ayude a que las personas con deterioro cognitivo avanzado puedan seguir teniendo control de su vida cotidiana, “basándonos en un número de efectivos acorde con la situación de dependencia del usuario. Es fundamental poner en valor los equipos de profesionales realmente comprometidos, y precisar el coste real del cuidado de una persona dependiente, concluye CSIF.

La Sanidad ha afrontado la crisis del coronavirus con un déficit de 51.800 efectivos

El Ministerio pide “disculpas” y “comprensión” a los profesionales de la Sanidad por los errores cometidos en la gestión del Coronavirus, pero responsabiliza a las cc.aa de las contrataciones

La Sanidad ha afrontado la crisis del coronavirus con un déficit de 51.800 efectivos

El Ministerio solo garantiza la incorporación de unos 20.000 aspirantes a plaza de especialista, a partir de septiembre

Sanidad, Trabajo y Seguridad Social estudian la propuesta de CSIF para considerar el COVID enfermedad profesional

El Ministerio de Sanidad y Consumo ha pedido “disculpas” y “comprensión” a los profesionales de la Sanidad por los errores cometidos durante la gestión de la crisis del coronavirus, tras las críticas y la exigencia de responsabilidades por parte de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), sindicato más representativo en las administraciones públicas. El ministro de Sanidad, Salvador Illa, no obstante evitó asistir a la primera reunión con los sindicatos desde que comenzó la pandemia.

CSIF ha constatado en esta reunión la falta de previsión en cuanto a políticas de personal antes de la crisis, durante los momentos de máxima presión asistencial, pero también ahora cuando estamos en fase de desescalada.

Y es que, pese a asumir las críticas el Ministerio responsabiliza a las comunidades autónomas de las contrataciones. Según datos aportados por el secretario general de Sanidad, Faustino Blanco, el Ministerio reclamó a las autonomías la realización de 81.800 contratos. Tal y como ha comprobado CSIF en las cifras de la Seguridad Social, estos meses solo se han realizado 30.000 contrataciones en este ámbito, por lo que nos hemos enfrentado a la crisis con un déficit de 51.800 efectivos.

En este sentido, preguntado por CSIF, Sanidad solo garantiza la incorporación de 20.000 nuevas personas y a partir de septiembre, en concreto, los aspirantes a las plazas de especialista (los MIR, Farmacia, Enfermería, Psicología, Química, Biología, Física…) Nuestro sindicato considera que estas cifras son insuficientes CSIF reclamará Planes de refuerzo en los centros hospitalarios y de atención primaria para abordar con garantías las fases de desescalada.

RETIRADA DE MASCARILLAS DE MALA CALIDAD Y FALTA DE PREVISIÓN

El ministerio también tuvo que responder a las críticas de CSIF por la falta de previsión en el acopio de material, pese a las advertencias de la OMS y por los productos retirados, como mascarillas, por mala calidad y que le ha costado la presentación de una querella por nuestro sindicato.

En cuanto a la calidad de los productos, indicó que se ha establecido un sistema de doble control en China (donde se comprueba la certificación) y a la llegada a España, con controles de calidad.

Por último, nos informaron que los ministerios de Sanidad, Trabajo y Seguridad Social estudian la propuesta de CSIF para reconocer el COVID-19 como enfermedad profesional, tal y como ha recomendado la Organización Mundial de la Salud.

CSIF también ha reclamado por escrito:

- Impulsar un plan de evaluación de riesgos laborales y protocolos de protección ante un posible rebrote de contagio en la desescalada.

- Protocolo único para el trámite de la incapacidad temporal del personal estatutario por contagio o aislamiento del Covid-19.

- Criterios comunes sobre reconocimiento y compensación del exceso horario del personal estatutario.

- Aplicación de permisos y licencias del personal estatutario.

- Profesionales contagiados: desglose por categorías y CCAA. Estudio y conclusiones sobre el alto número de personal contagiado.

- Equipos de Protección Individual, certificaciones, homologaciones y certificaciones por entidades acreditadas. Reparto por CCAA.

- Pruebas de detección del Covid-19, llevadas a cabo al personal del SNS, PCR en personal sintomático, y test del estado de inmunidad de profesionales de fiabilidad contrastada con técnica Elisa o similar (así como test rápidos de dudosa fiabilidad proporcionados hasta ahora a las CCAA). Previsiones de compra a corto plazo para acopio de Equipos de Protección, pruebas, etc.

- Porcentaje de bajas calificadas de Accidente Laboral y/o Enfermedad Profesional frente a las totales, dentro del personal del ámbito sanitario.