martes, 25 de marzo de 2008

Bernabé Tierno conferencia en el Hotel Bedunia La Bañeza (1)

Emilio García / Hotel Bedunia–El psicólogo y pedagogo Bernabé Tierno dió una conferencia multitudinaria el viernes anterior como invitado de honor dentro de los actos de celebración del décimo aniversario del Hotel Bedunia*** de La Bañeza.«Muy emocionado» al ver que el gran salón de la carpa se quedó pequeño para todo el público que acudió a escucharle –había gente por el jardín escuchando a través de los altavoces los consejos de este médico– Bernabé, explicó al inicio de la misma que dá más de cien conferencias al año y que en todas ellas trata de transmitir a la gente consejos básicos y muy sencillos para que sea feliz. Y es que «más el stress es el gran mal del siglo XXI que está detrás del 75% de las enfermedades».
Bernabé explicó que el hombre antiguo, para huir del miedo, segregaba cortisol, adrenalina, etc «ahora no tenemos que huir de una pantera, pero sí del jefe o la jefa que te amarga la vida. Yo conocí el caso de una chica con una jefa inepta, que vivía amargada» ejemplificó Tierno, que añadió que «el ser humano es capaz de controlar, en alguna medida su vida» y que lo que tenemos que hacer para ser felices y vivir más tiempo es eso, controlarnos.
Bernabé reconoció que hay múltiples causas, en la sociedad actual, que nos estresan. Por ejemplo estás en Madrid en un atasco de tráfico. Vas a llegar tarde al trabajo y sabes que tienes un jefe que no va a aceptar la excusa (aunque sea real), de que no has podido llegar antes porque te pilló un atasco. Entonces sabes que te va a echar una bronca cuando llegues. El terror a la bronca te estresa», y al final eso se acaba pagando, depende en qué tipo de personas, en la salud física y mental. El estres genera adrenalina. Es una reacción del cerebro primario ante un ataque para huir del peligro.
Tierno comentó que es posible librarse del stress sabiendo qué te pasa. El ser humano tiene el poder de controlar las situaciones y evitar llevarse malos ratos en muchas ocasiones. «Por ejemplo –siguiendo con el ejemplo del jefe tiránico de la oficina que ataca a la secretaria y la humilla, la despersonaliza–. Esa secretaria cuando llegue a casa al finalizar la jornada laboral pue-de descargar ese estress, esa tensión laboral con su familia y ponerse a discutir con su marido y con sus hijos. «El ser humano puede reaccionar ahí utilizando el tercer cerebro, el cerebro cortical, capaz de controlar las situaciones, que al contrario que el cerebro primario, emocional y rudimentario, basado en la defensa(del territorio o de la vida) ante un ataque; el cerebro terciario es frío, sereno y equilibrado». Siguiendo el ejemplo de la secretaria que llega a casa y discute con su marido (o al revés, el hombre podría ser el que viene agobiado de un día estresan-te en la oficina), la pareja en vez de ponerse a la defensiva (reptiliana) y al ataque, podría escuchar a la otra persona hasta que esta se desahogase. A esto Tierno lo llamo «dejar que se desinfle el globo» es decir, el marido escucha a la mujer (o vice versa), todos los insultos, palabrotas, etc,toda la discusión hasta el final, hasta que ya no tenga nada que decir, impertérrito «con una ligera sonrisa como la de la Mona Lisa» (no se trata de reírse del otro sino de demostrarle que no te afecta nada de lo que te dice).Entonces le dejas sin armas. Demuestras al otro: «Tú eres un reptil, yo un ser consciente» «Tú no tienes categoría para ofenderme».

Controla tu vida
«La vida es así. Controlar una situación, por eso el conocimiento es importante». «Si sigues tranquilo (en la situación ya de la bronca doméstica que hemos tratado antes)dejas sin armas al otro». Además, Bernabé añadió, puedes luego, al final, de que el otro haya terminado de explayarse, cuando ya no tenga nada que decir, incoarle a que te diga algo más y luego pasar a la comprensión «sí cariño». «La forma en que interpreta una persona el acontecimiento externo que le está ocurriendo determina su futuro».Siguiendo el ejemplo anterior del insoportable jefe que disfruta amargando la vida a su secretaria, metiéndose con ella, con su forma de vestir, peinar o lo que sea. Hay que comprender –la secretaria– que ese tipo de personas (que disfrutan in-tentando amargarte la vida) «son seres inferiores que para llenar sus vacíos tienen que ver cómo vacían al otro de contenido».
«La vida es como una copa llena de caramelos» dijo Bernabé Tierno «y en la vida te vas a encontrar dos tipos de personas: las optimistas y las pesimistas; las primeras viven amargadas, amargando la vida a los demás, intentándoles robar los caramelos de su copa vital (vaciarles de contenido), y las segundas son aquellas que te las encuentras y te llenan, te transmiten su felicidad y sus buenas emociones, y son a aquellas personas a las que nos debemos juntar. «Una persona frustrada transmite su frustración, y puede destrozar la vida a otros» (es el caso del jefe, que es una persona frustrada, que acaba destrozando la vi
da a su secretaria humillándola, transmitiéndole su frustración; y luego esto puede degenerar en cadena y la secretaria amargar a su familia, etc. Esto es el mobbing, del que se habla pero es muy poco conocido en realidad –es difícil hacer entender a un juez lo que un jefe como este que hemos dado como ejemplo, está haciendo a sus empleados, cómo una situación como la descrita está destrozando una vida.
«Además, estas situaciones degeneran en algo físico, van más allá de los psicológico» explicó Bernabé. Ya que al final tú te lo acabas creyendo lo que te dice tu jefe y eso mina tu autoestima y acaba contigo. Y al final la situación termina por enfermarte físicamente. «La impotencia a veces enferma». Y hay dos maneras de afrontar la situación:
1.-La secretaria se lleva los problemas del trabajo a casa y los descarga con su familia
2.-Aguanta. Reacciona, y no se deja humillar. Que el jefe te dice que los zapatos te quedan mal, tú le replicas que no te gusta nada su corbata. Y no es meterte con él, es hacer frente a una situación con las mismas armas, pero con frialdad, reaccionando impasible, con el cerebro terciario, primero escuchas y luego, tranquilo, replicas.

Nuevo libro
«Esto no son bobadas, lo voy a explicar a finales de este mes de marzo en mi próximo libro que se titulará ‘Los pilares de la felicidad’. Daré a ver cómo un foco
externo puede destruir tus defensas internas. Por ello el ser humano debe aprender a controlar las situaciones problemáticas de su vida. Aprender a manejar ese estado suyo de una manera más inteligente, porque tú eres el médico de tí mismo en lo psicológico. Nosotros tenemos los medios para cambiar nuestra vida a mejor».

No ir de víctima
«Es muy fácil instalarse en el lamento, pero eso no soluciona nada» indicó el psicólogo contando que hay mucha gente que va a los consultas de los psicólogos esperando quizás milagros, que el psicólogo tenga una varita mágica y le resuelva sus problemas que él o ella, instalada en el lamento, no quiere solucionar. «Esta es la gente que la digas lo que la digas te salen con un ‘sí... pero...’». «Claro que influye en ellas el factor externo, pero han de ser ellas dueñas de su vida. Tenemos (cada persona tiene) los medios para cambiar su vida a mejor pero ha de querer ella misma cambiar. No se soluciona nada anclándose en el lamento.
Y el cáncer es una enfermedad que viene de cosas como esta: el estar cabreado siempre. Hay que ser positivo.» (continuará)

Bernabé Tierno (2) conferencia en La Bañeza

10º ANIVERSARIO HOTEL BEDUNIA /CONFERENCIA BERNABÉ TIERNO (II)
«Sé inteligente y procura tener de amigos a personas que te llenen» dijo Tierno
/ El psicopedagogo Bernabé Tierno explicó en La Bañeza a más de medio millar de personas los beneficios que reporta para la salud de uno el ser una persona positiva. «La Bañeza Hoy»te narra en este periódico toda la conferencia por si te la perdiste./ Aplícate los consejos.

Emilio García / Hotel Bedunia– La pasada semana iniciamos aquí un nuevo apartado o sección pormenorizando en las dos horas de conferencia del psicólogo autor de múltiples libros de autoayuda Bernabé Tierno. Lo que dijo nos pareció tan interesante que a lo largo de varias semanas vamos a contar, palabra por palabra, esas dos horas de conferencia ayudando al conferenciante a transmitir sus conocimientos a cuantas más personas mejor. Lo que dijo podría bien llenar todo un periódico, y como no tenemos espacio para ello fragmentamos cada semana lo dicho en La Bañeza en un par de páginas.
Bernabé dijo que esto lleva años explicándolo, y que es muy fácil ser feliz. Ser feliz y alegre nos hace no sólo ser mejores personas sino vivir mejor y más años, y ¿quién no quiere vivir más y mejor y más feliz?
Por eso «La Bañeza Hoy»,como medio de comunicación que lo que quiere, como el propio doctor Tierno, es ayudar, vamos a transmitir los conocimientos del Dr. Bernabé expresados en el Hotel Bedunia de La Bañeza hace tres semanas para ayudar a todo el que nos lea dándoles buenos consejos (que noticias malas ya hay muchas). Si quieren vivir más felices síganlos, sino allá usted con su vida.

La pasada semana
La pasada semana terminamos hablando de la gente que no sa-be más que lamentarse. Bernabé siguió su charla hablando de «el problema del ser humano malo es que es tonto. La vida son (80 años de vida) 30.000 días, de los que si dormimos 8 horas diarias perdemos 10.000 días soñando. Nos quedan entonces 20.000 días... El tiempo es oro «¿voy a perder yo mi tiempo, el preciado tiempo de mi vida odiando a otra persona? No. Hay que ser tonto para ello.
Tierno también explico que en muchos casos la persona piensa que tiene un mal y aunque no lo padezca, por sólo pensar-lo, enferma . Si te obsesionas con una situación, con que tienes una enfermedad, con que te vas a morir, al final puedes morir o desarrollar esa enfermedad que no tenías. Nuestra mente es un elemento maravilloso y por eso nosotros podemos ser médicos de nosotros mismos en muchas ocasiones –en el aspecto psicológico – . Por eso Bernabé decía que el lamentarse no sirve para nada, como tampoco sirve ir al psicólogo si a cada consejo que el médico nos va a dar vamos a poner un pero.
«Muchos de los antidepresivos no curan más que el efecto placebo» dijo Tierno.
La situación de la secretaria sigue el siguiente esquema: el jefe te insulta: la situación te genera ansiedad, stress, segregas cortisol. Te crea el jefe una situación de ansiedad, aunque llegues un día a la oficina y no te haya dicho nada ya puedes estar pensando que te va a decir algo, ir predispuesta a que en cualquier momento va a surgir el insulto, la bronca, y esa situación, vivida día tras día, al final te enferma, dijo Tierno hablando del mobbing. «Esto no son bobadas» es algo muy serio e importante.
Tierno dió ejemplos estudiados de cómo un foco externo puede destruir tus defensas internas y al final quedar tú destruido, ver minada tu personalidad. Esto se hizo con prisioneros de guerra en Vietnam fomentando conductas que consiguieron minar la personalidad y enfermar de desesperanza a los prisioneros.
La tortura psicológica se basó en tres parámetros:
1º.-Destruir la confianza entre los compañeros. Esto se logró premiando a los chivatos que se chivaban a los carceleros de sus compañeros. Ello minó la confianza dentro del grupo. «Si nadie se fía de nadie se rompe la confianza en el grupo, se mina el grupo»
2º.-Fomentar la autocrítica. Se fomentó que los propios prisioneros dijeran todo lo malo que habían hecho en sus vidas y que contaran las situaciones en las que habían omitido de hacer algo bueno, es decir, en las que podían haber hecho alguna buena acción y no la hicieron.
Al final esto los dió a autoverse como seres viles y malvados, los «deshumanizó» dijo Tierno.
3º.Romper la lealtad con sus jefes. El tercer paso fue romper la cadena de mando. Que un sol
dado no respetase a su superior lo que al final les llevó a beber agua contaminada y enfermar a pesar de que su mando o compañero les había advertido de que no bebiesen aquella agua porque estaba contaminada y podían enfermar. «¿Por qué te tengo que hacer caso a tí?» les decían haciendo caso omiso a sus órdenes y consejos, lo que les llevaba a terminar mal.
Al final estas personas no tenían una razón para vivir. Esto se fomentó incentivando lo malo en sus vidas. Es decir, les interceptaban el correo de sus familiares y no les transmitían las noticias buenas, los mensajes de ánimo y esperanza, y sólo les entregaban cartas negativas. Es decir les daban las cartas en las que por ejemplo les comunicaban el fallecimiento de un ser querido, o que la mujer se había ido con otro. Al final estas personas pensaban que su vida era una mierda, no tenían objetivos para seguir viviendo. Estas personas terminaron destrozadas, despersonalizadas, rotas.
«Sé inteligente y procura tener de amigos a aquellas personas que te llenen, que llenen tu vida
» aconsejó Tierno hablando de dos tipos de personas en este mundo, aquellas que vacían nuestra vida –a la que comparó con una copa llena de caramelos–, y aquellas que, por el contrario, llenan tu copa (tu vida).
Los vietnamitas, en este ejemplo, serían las personas que va-cían tu vida, pero trasladando el caso a nuestra vida cotidiana en la que no somos prisioneros de guerra –que por cierto vivían en unas condiciones óptimas: tenían comida, ropa de abrigo para no pasar frío, y donde dormir (es decir, tenían sus necesidades básicas cubiertas pero a pesar de todo minando su mente fueron «deshumanizados»)– a nuestra vida ordinaria, Tierno habló de una oficina y de gente en la misma que no hacía más que quejarse, y que transmitían su mal a los compañeros de trabajo. «En aquel departamento se cogían muchas más bajas que en otro donde había personas optimistas, vitales, que veían el sentido bueno de la vida, y que siempre daba gusto ir por allí ya que te contaban bromas, te hacían reír, vamos, que siempre pasabas un buen momento con ellos». Por eso aprende a juntarte con gente positiva, que te llene de vitalidad y buen humor y optimismo, y evita la gente que no hace más que verle siempre a todo el lado negativo. Esto es lo que todos sabemos del quien vé la misma copa medio llena o medio vacía. Siempre se le puede ver a las cosas el lado bueno el positivo. La gente negativa y pesimista por el contrario no deja de hablar de desgracias, de que mal, de que para qué vivir, de que todo es negativo, y al final sólo te transmiten pesimismo.
Es por ello por lo que, incidió Tierno «tenemos (tú en tí mismo) los remedios para cambiar nuestra vida a mejor». No te instales en el lamento y en el lloro con el «sí.. pero...».«Claro que influye el factor externo, pero tú debes ser dueño de tu vida». Es decir, nos pasarán (a todos nos pasan) cosas malas, negativas, pero de nosotros depende en buena medida el instalarnos en el pesimismo, hundirnos, y verlo todo negro y pensar ‘para qué vivir si...’ o por el contrario adoptar una forma más optimista de ver los acontecimiento y afrontar nuestro futuro y ver que estás en un bache pero que vas a salir de él. «La vida es para disfrutarla.» «El ser humano tiene la capacidad de sobreponerse a aquellas cosas que le crean conflicto». «Nuestra vidas se van moldeando con las relaciones que tenemos con los demás.» «No pierdas el tiempo odiando a alguien. El que no perdona(al que le ha ofendido) es un idiota ¿para qué vas a dedicar un minuto de tu tiempo en tener rencor a alguien?». (continúa en el prox. nº.)

Bernabé Tierno (3)


Bernabé Tierno 3

Emilio García / Hotel Bedunia– Ya había pasado más de una hora de densa conferencia en la que hemos aprendido a que el negativismo, el pesimismo, puede transmitirse a los demás, y que el ser humano es tonto y es malo, y es capaz de pasarse media vida (de su escasos 30.000 dias) odiando a los demás por una bobada, enfurruñado, e incluso pensando en devolver el mal y en vengarse. Bernabé Tierno dijo que no hay que ser tonto y no dedicar a esas personas y a esos sentimientos negativos ni un minuto de nuestras vidas, y que pensemos en positivo, que perdonemos a los demás, y que nos rodeemos de personas vitales y optimistas.
Que cuando pasemos por un trance o mal momento intentemos –nosotros somos médicos de nosotros mismos– sobreponernos a ese mal trago (muerte de un familiar o situación mala) y que hagamos lo posible por salir de la misma. De nosotros mismos depende, en buena parte, el que superemos nuestros baches o no. No te instales en el lloro, en la negatividad, en el «sí, pero...» Y siendo nosotros personas felices transmitiremos a los que nos rodean optimismo, alegría vital, positivismo (es decir, si todos fuésemos así el mundo sería el paraíso, un lugar maravilloso (la pena es que estamos rodeados de tontos que sólo hacen, transmiten y buscan el mal - mal que, como leímos la pasada semana, nos puede llegar a enfermar físicamente (a parte de psicológicamente).
«Al contrario (si las actitudes negativas enferman) ¿es posible que las actitudes positivas sanen a alguien?» planteó Tierno.
Se ha estudiado y experimentado y sí. Una sóla persona puede contagiar de positivismo a todo un grupo. Hay personas que ilusionan a los demás. Esta gente está casi siempre de broma» dijo Bernabé hablando del departamento al que le gustaba visitar y en el que dijo que, estadísticamente, había menos bajas (la gente alegre, optimista y vital enfermaba menos que la del departamento en el que había personas pesimistas).
«La gente alegre es más sana y la gente triste, criticona, frustrada y seria enferma más»

Trabaja en lo que te guste
Cuando yo iba a la Universidad (y esto lo digo yo, Emilio García, el que transcribe esta conferencia), había muchos compañeros que se habían matriculado en una carrera que no les gustaba porque su padre quería que su hijo fuese abogado, o porque su madre le había dicho que se hiciera médico, que se ganaba más, o que tenía más salida laboral» De hecho tuve un amigo que quería ser piloto de líneas aéreas y su madre le reorientó a que estudiara telecomunicaciones.
Muchas de esas personas hoy son personas frustradas, son quizás, ese médico que te atiende con desgana en la consulta y que lo único que está deseando es que acabe la jornada laboral para irse a casa. Al contrario yo tuve un médico de cabecera que tenía una lista de pacientes (se llama Dr. Romillo, en Bilbao) interminable, porque transmitía ese optimismo vital, se le veía que estaba a gusto con su trabajo. Y claro, eso los pacientes lo notaban en el trato y todos ha-cían lo posible (y lo imposible), porque les cambiaran de médico de cabecera (del que tenían a Romillo)
El psicólogo Bernabé Tierno explicó que esto es cierto y que él valoraba mucho esto en las entrevistas de trabajo que hacían las empresas a la hora de con-tratar a nuevo personal, ya que «una persona que disfruta con su trabajo es feliz, y hace feliz a los que le rodean». Esto, según Tierno, no es tenido en cuenta por muchas empresas que no calculan la de dinero que pierden al cabo del año con bajas por enfermedad de sus emplea-dos. El pesimismo se contagia, al igual que el optimismo. Y si hay alguien –un compañero de trabajo– que está todo el día quejándose de su vida o de que cuando acabará la jornada laboral, porque no está a gusto en lo que trabaja, al final transmite su desánimo a los demás.«Una o dos personas negativas en un puesto de trabajo pueden ser muy negativas para la empresa ya que transmitirán su desánimo a los demás, mermando el rendimiento de todos los trabajadores del mismo departamento.» Por eso es muy importante saber a quien se contrata y que la persona se encuentre a gusto en el trabajo que va a desempeñar.
Según explicó Tierno, «el principal motivo de abandono de un puesto de trabajo por un empleado es no ser feliz. No sentirse valorado.»
«Todo el mundo necesita una sonrisa, una palmadita en la espalda». Sé alegre y serás feliz». Por eso es muy importan-te, en nuestras vidas, los premios. Una sonrisa, una alabanza o un simple abrazo o piropo pueden hacer a la persona que lo recibe muy feliz». Tierno dió el ejemplo de un empresario que puso esto en práctica y dijo a un empleado al que nunca le había dicho nada, lo importante que era el trabajo que había desempeñado a los largo de 40 años en la empresa. Al día siguiente vino la esposa a hablar con el jefe y le dijo que había hecho feliz a su marido, que llegó a casa super contento y transmitió esa alegría a su hijo y a ella. Que le decía a su hijo que a su padre le habían felicitado por su labor en la empresa y que tenía un padre valorado, que hacía su trabajo bien.
¿ Véis lo fácil que es hacer feliz a los demás?
Las personas necesitamos sentirnos valorados, y normalmente lo que hacemos es lo contrario, criticar al otro, desmerecer su trabajo.
«Si yo tuviera que aconsejar a un cura le diría que dejase de hablar del pecado, porque cuanto más tratas de que una persona no peque, más peca. Sino que intente potenciar lo bueno de esa persona.»

No hay que hacer desgraciados a los demás.
«Cuanto más bien haces a los demás, más bien te haces a tí.» Y al revés «cuanto más mal haces a los demás, más mal te haces a tí»
Bernabé puso el ejemplo practicado en una clase de un colegio con niños. Se hizo tres grupos y a unos se les criticó lo que hacían mal, a otros se les ignoró (no se les dijo nada), y al tercer grupo se les elogiaba lo que hacían bien.
Al primer y al tercer grupo al cabo de una semana se les notó cambios. Los niños criticados por su mal trabajo mejoraron los primeros días y al final bajaron el rendimiento. Los niños elogiados mejoraron y mantuvieron la mejora. Los ignorados recibieron un resultado negativo. ¿Qué es lo que pasa en nuestro sistema educativo? Pues que se educa mal ¿Qué decimos a los alumnos? «Eres un tontito», «Mira a tus compañeros que saben y tú fallas» Y lo peor de todo, es que se critica en público los fallos de quien hace algo mal. Todo lo contrario de lo que se debería de hacer. Se debe hacer –tomen nota los profesores –, elogiar en público a quien hace algo bien, y criticar en privado al alumno que ha fallado ayudándole a que mejore.

(continuará en el próximo periódico)

Bernabé Tierno (4)

Bernabé 4

Terminamos la pasada semana hablando de que hay personas que dan desilusión a los demás y planteamos al final del artículo sobre la conferencia de Tierno que igual esas personas que desilusionan (roban de la copa de la vida de uno), no están tan lejanas como pensamos sino que están aquí cerca y quizás esas personas somos nosotros mismos. Poníamos el caso de los profesores, que lo que normalmente hacen es quitar ilusión a sus alumnos ridiculizándoles ante sus compañeros de clase cuando sacan una mala nota, y qué decir de esos padres que ‘animan’ así a sus hijos cuando les traen un cate “tú no serás nada en la vida”, “tú no vales más que para trabajar”, “eres un tonto, un torpe, un inepto, un vago, un mal estudiante…” “Fíjate en tu hermano, que es más listo que tú, que ha aprobado todo, que…” ¿Seguro que ahora no se sienten identificados con esos malos de los que hemos hablado al principio?
Pero la culpa no es nuestra. Así nos han educado y así somos muchas veces, ante los demás. Lo mismo pasa en la familia. “Eres un desastre” le dice la mujer al marido (o al hijo) “Eres un desordenado”. Según Tierno hay otra forma de decir las cosas sin herir tanto, sin humillar, sin rebajar a la otra persona. Y puso como ejemplo la bronca marital en la que la mujer quiere decirle al marido que es un desordenado. Una buena forma de decírselo, según el psicólogo (pues se trata de valorar a las personas, a los demás, pero no de decir mentiras), sería: (si es cierto, es un ejemplo) “Mis amigas dicen que se te vé muy guapo y muy jóven (mi vida, mi corazón, mi cielo o lo que sea….) pero lo que ellas no saben es que eres un poco guarrete” (desordenado, sucio o lo que sea). Lo primero que recibe esa otra persona (marido) de tu mensaje es algo positivo, lo segundo que hay algo que mejorar. (Yo he intentado poner este sistema en marcha en mi vida rutinaria pero no siempre funciona, quizás no he sabido aplicarlo bien).
Este sistema lo usan muchas de esas empresas que nos quieren vender algo por teléfono. ¿No se han dado cuenta? Te llaman por tu nombre (Sr. Emilio) y lo repiten muchas veces en sus conversaciones.
Aplicado a los niños en la escuela, siguiendo el ejemplo que dimos la última semana, se vió en el experimento que a los niños a los que se les elogiaba lo que hacían bien (aunque se critique luego lo malo), mejoraban sus resultados académicos. El elogio, la alabanza, ha de ser público. “Esos niños en los que el adulto ponía su confianza trataban de no defraudar la confianza depositada en él por el adulto, y se esforzaban en ponerse al nivel que creíamos que tenía” dijo Tierno. “Cuando a un niño lo tratas como inteligente lo haces inteligente” ¿Cuántas veces premiamos la actitud positiva de nuestros hijos? (y no se trata de darles algo material, sino sólo un elogio “chico, bien hecho”) Y ¿cuántas veces hacemos lo contrario “hijo, eres un inútil, no vas a llegar ser nada en esta vida” “vas a ser un fracasado, como tu padre” ¿No os suenan más estas últimas frases. Sobre todo esta última es especialmente crítica e hiriente. Con frases como estas, dijo Tierno, lo que estamos haciendo es convertir en inútiles a nuestros hijos y al final acabarán siendo lo que temíamos que fueran (todo lo contrario de lo que pretendíamos con la crítica). No hay crítica constructiva, dijo Tierno. La crítica suele ser destructiva.

Cómo aprender a decir las cosas sin herir
Las cosas se pueden decir y hay que decirlas. No hay que ser un falso. Además la mentira se nota y si mentimos tampoco conseguiremos nada positivo (quizás desconfianza del otro hacia nuestra persona si nos pilla). Así que si el hijo suspende se puede decir “esperaba más de ti” o “necesitas aplicarte más en esta asignatura” en vez de llamarle vago, golfo, idiota, etc. “Tu trabajo es muy importante, el departamento confía en que lo harás bien y te esforzarás al máximo dándolo todo en ese proyecto” “Tenemos las esperanzas puestas en ti”…
Tal y como dijo Tierno que le diría al cura que no todo son pecados en esta vida, que hay que ensalzar las cosas buenas de cada persona (indicándole en qué puede mejorar), esto se puede aplicar a los hijos, a los alumnos, al marido/mujer/pareja, etc.
A todos nos gusta que nos digan cosas bonitas, que nos echen piropos, que nos elogien. Hombre, si uno sabe que es torpe en algo no le vas a mentir. Se trata de ensalzar las virtudes. Uno que mida 1,60 sabrá que no es el más apto para jugar al baloncesto, pero quizás tenga otras aptitudes para ser una persona apta en otro puesto de trabajo. Ninguna persona, nadie es perfecto. Todos cometemos errores a lo largo del día y a lo largo de nuestras vidas, pero no se trata, como en el campo de prisioneros del Vietnam, en ir reiterando lo malo sin resaltar lo bueno. Los extremos siempre son malos y hay que andar en términos medios (recordemos lo de la mujer al marido diciéndole, eres un poco guarrete). Otros ejemplos: “Pérez, estoy muy satisfecho de su trabajo con las gráficas del mes pasado, han quedado unas gráficas magníficas y en la presentación ante la Junta de empresa quedaron maravillados, aunque este mes el encargo no logrado el mismo nivel que el anterior” (este ejemplo es mío).
Bernabé citó el estudio de la vida de un grupo de monjitas de un mismo convento que comían lo mismo, se acostaban y se levantaban a la misma hora, pero unas vivían lamentándose siempre de esta vida de pecado, y de lo infelices que eran, esas vivían menos que las que se tomaban su vida con optimismo, veían el lado bueno, etc. Esto se hizo estudiando los diarios de las monjitas. Terminamos así relacionando lo dicho desde un principio: optimismo con longevidad; pesimismo con peor nivel de vida, más enfermedades, etc. Para 20.000 dias que vamos a vivir ¿para qué amargarnos la vida? Lo mejor ser positivos, alegres, optimistas, verle el lado bueno a las cosas porque hay gente que hasta a la mayor desgracia le vé el lado positivo. Hay un dicho japonés (creo que era) que dice esto mismo: si el problema tiene solución ¿para qué preocuparse por el problema? ya que se puede solucionar; y si no tiene solución es una bobada preocuparse ya que no vamos a poder hacer nada para solucionarlo.


TITULO SECCION
Con poco se puede hacer feliz a otra persona, pero los humanos estamos entrenados para hacer lo contrario

Podemos hacer más bien del que pensamos


HAY QUE Valorar a los demás, no decirles mentiras

“Cuando a un niño lo tratas como inteligente lo haces inteligente”


Cuando alguien se dedica a criticar esa crítica a mí no me construye, me crea problemas.

Si yo soy positivo con los demás, a mí también me beneficia.

FELICITAR A LOS DEMAS

Bernabé (y5)

Al día nos enfrentamos con unas 20.000 situaciones. Situaciones que nos pueden cambiar la vida (alegrar o amargar el día).Ver a una niña sonriendo es un flash, uno de los muchos flashes, si nos alegramos por lo bien que les vá a los demás seremos felices porque a ellos les vá bien. Si somos felices a nosotros nos irá bien, y al final bien para todos. Lo que pasa en nuestras vidas es, sin embargo, todo lo contrario. Normalmente somos envidiosos, rencorosos, malas personas, y nos molesta (nos dá envidia) que al vecino le vaya mejor que a nosotros. Y nos amargamos a nosotros mismos.
No sólo es el caso de que otro te amargue a ti, muchas personas se amargan a sí mismas. Y si uno (la secretaria) puede recriminarle al jefe, con educación, por ejemplo, que él (el jefe) no tiene por qué meterse con su forma de vestir (que ella está allí para trabajar no para que se metan con su estilo de vestir –siempre que vaya limpia, bien vestida, de acuerdo a las normas que pueda regir la empresa-). Ya dijimos que son frustraciones del jefe (una persona frustrada) que las paga con sus subordinados (vaciándoles, como hacían los vietnamitas con los prisioneros –mobbing-) Si nos es posible superar esas situaciones, más fácil es sobrellevar los conflictos internos que nos creamos a nosotros mismos.
Hay mil cosas positivas a nuestro alrededor cada día, pero hay quien sólo vé lo negativo. Y eso es una forma de amargarse la vida (por eso Tierno dijo que nosotros somos en gran medida médicos de nosotros mismos y nos podemos autoayudar). No sé, qué sol más bonito hace hoy, cómo cantan los pájaros… Tengo mujer e hijos. O tengo un trabajo. O no tengo nada de eso pero estoy sano. No sé, son cosas positivas. No las pongamos un pero (“qué día tan bonito de sol hace hoy y yo aquí trabajando”…) Muchas veces eres tú el que a ti te amargas la vida y hay gente que va por ahí siempre amargándose la vida y transmiten lo negativo a cuantos les rodean.
“Está demostrado que la gente positiva, optimista, segrega más células T4, que son las que nos protegen (por ejemplo de un resfriado)” dijo Bernabé Tierno. Se confirmaría así lo del rendimiento laboral, el que sale más rentable para un empresario contratar a gente a la que le guste la tarea que va a desempeñar en la misma (hay quien se sentirá feliz de conserje y hay quien limpiando, y hay quien aspirará a ser ejecutivo). Hay personal de la limpieza y conserjes que son felices con su trabajo y hay jefes que son infelices con el suyo. No depende el sueldo, hay veces que uno –el jefe- gana mucho más que su subordinado y sin embargo es una persona insatisfecha, infeliz, porque quizás no le gustaba ese empleo y lo que quería era ser artista o pintar cuadros o hacer maquetas o vender coches.
“El optimista es más realista (no pide imposibles, acepta la realidad como viene)”
“La gente más feliz es aquella que se alegra de los éxitos de los demás, porque los vé como suyos propios”
Somos seres limitados, y no podemos hacer frente a muchas cosas como vienen, no podemos cambiar la realidad y hay cosas que se nos escapan a nuestro conrol. Pero sí podemos aceptar las cosas como vienen.
Bernabé terminó su exposición (luego hubo otros actos tras la conferencia, un test, un baile y preguntas), dando una serie de consejos que aquí hoy exponemos:
1º.-Que no vacíen tu vaso de optimismo vital. Recuerda siempre lo positivo y de los demás. Y no seas tú el que vacíes la copa del optimismo vital del otro.
2º.-Sólo destacando lo positivo del otro le harás bien
3º.-Cultiva la amistad
4º.-Haz regalos sorpresa (personalizados, aunque no tienen por qué ser valiosos; es decir, caros.) Una tarjetita de esas que venden el librerías recordando lo majo que es tu pareja, etc.
Intenta que se cumpla esta máxima: que cada persona que se acerque a ti se lleve algo bueno o lo mejor de ti.
Habla bien de los demás, y preocúpate de disfrutar la vida. La vida no tiene una meta como nos hacen ver y nos educan. La felicidad no está por tener un sueldazo, un empleo de la ostia, un cochazo, una super casa… La felicidad está en aquellas pequeñas cosas de la vida que nos pasan cada día y que muchos dejamos pasar desapercibidas. Una sonrisa de alguien, un canto de un pájaro, un delicioso café, un bocata bajo un árbol del parque, un abrazo, un saludo, un beso… cosas insignificantes pero que significan mucho y a las que muchas veces no damos valor.
Yo (quien redacta esto) hoy soy feliz esperando que mucha gente haya leído esto (que voy a subir a Internet al blog de este periódico para que esté al alcance de todo el mundo, el que me compre y el que no) con la idea de ayudar, de hacer felices a los demás. Es una pena no me pudiese quedar a terminar la conferencia, pues tuve que hacer un favor a una amiga que me pidió una foto del conferenciante (me hizo feliz hacer ese favor también). Pero creo que lo más importante de la conferencia está aquí condensado.
“Tenemos que cambiar a saber llenar la copa de la vida de los demás”. “Cuando alguien se dedica a criticar esa crítica destruye a quien la formula” y al contrario, si yo soy positivo eso también me beneficia a mí. Eso lo dijo Tierno, y ahora la pregunta tonta ¿Si nos hace bien a nosotros mismos ayudar, hacer bien, sonreir a los demás, por qué muchos se siguen dedicando a hacer el mal, a odiar, a destruir a los demás, a hacer mal?

Ser féliz es fácil
Una sonrisa, un elogio, un abrazo, un piropo, una alabanza… pública, te llenan de reconocimiento, te hacen feliz. El problema es que “hemos crecido en culturas negativas” reconoció el psicólogo Bernabé Tierno.“Pero qué viejo estás, chico” “Cada día te veo peor” “¡Qué ojeras!” “¿No estarás enfermo?” Si una mujer dice eso cada día a su marido puede que al final el marido se lo crea y acabe enfermando.
Bernabé recordó a los niños en el colegio cómo se reían de él por su nombre “Bernabé” hacían balando como las ovejas ¡Cuantos de niños hemos sufrido humillaciones así! Luego él descubrió de donde viene su nombre y lo que significa y se sintió orgulloso de su nombre y de lo que hace. Un buen principio para ser feliz. ¿Haces tú lo mismo? ¿Haces lo que te gusta? ¿Valoras lo que haces? ¿Te valoran los demás?
La vida puede ser un árbol. Si el árbol de la vida lo llenamos de mentira, culpa, ansiedad, violencia, malos sentimientos, malos pensamientos… nuestra vida será un árbol seco. Si por el contrario lo llenamos de buen humor, comprensión, confianza, alegría, amabilidad, nuestra vida será un hermoso y verde árbol. En buena parte está en ti qué tipo de persona quieres ser.


VIVE Y DISFRUTA de la vida
Habla bien de los demás
“La gente más feliz es aquella que se alegra de los éxitos de los demás, porque los vé como suyos propios”
El optimista es más realista, no pide imposibles “El optimista es más realista (no pide imposibles, acepta la realidad como viene”


Alaba a los demás, llámalos por su nombre